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  • Foto del escritorZelda Zonk

¡Soy Sexo servidora y tengo orgasmos con mis clientes! Damm :3

Actualizado: 1 mar 2021

La puta, ese extraño ser mítico, musa de artistas bohemios, refugio del desamor, desbarrancadero de la pureza, maldita mujer, mala madre de todo aquel que odiamos, psicóloga, cáliz del placer. En vano intentamos hacernos una idea prejuiciosa para encasillarla, lo cierto es que cada vez que nace una puta toca rehacer el molde.



Sería una falacia decir que dentro del espectro de trabajadoras sexuales voluntarias no existe la que padece su trabajo, lo sufre, lo llora, se siente sucia y culpable, le repite a la almohada que es temporal; así como existe la que tiene vocación, le gusta y lo disfruta. Tal vez la misma persona ha pasado por todos esos estados porque es un proceso deshacerse de la culpa, luchar contra el prejuicio, aprender a hacer de este trabajo algo agradable. Hasta creerse que es un trabajo toma tiempo.


Algunas teorías psicológicas patologizan la figura de la trabajadora sexual, se dice que es un ser disociado que separa la emoción del placer corporal, que luego de haber ejercido tiene secuelas de ansiedad y estrés comparables a los ex combatientes de guerra.

Puede que muchas que han sufrido la explotación por un tercero, el estigma, la vergüenza sientan esta parte de su vida como una herida y hayan quedado marcadas por un desprecio y asco que nunca pudieron olvidar o trascender.

Sin embargo, este sentimiento no es exclusividad de las sexo servidoras, todas las mujeres han sido satanizadas por su deseo, la moral judeo-cristiana nos impuso el modelo de la virgen María ascético, materno y amoroso como ejemplo, nunca hubo espacio para el placer o se lo limitaba y reducía a un cofre pequeño en la cajita musical que guardamos en la mesa de noche, para verse de lejos como añorando.


El cuerpo siempre lo hemos tenido instrumentalizado para dar placer al marido dentro de la unión conyugal, para parir, y como prostitutas para ganarnos el pan.


Corresponde más a la filosofía, psicología, antropología dar luces sobre como miramos nuestro cuerpo, como concebimos el deseo, pero en opinión de esta humilde bloguera venimos disociadas de fábrica. Yo en lo personal siempre vi lo emocional como una debilidad, una atadura. Al sexo en cambio como causa y efecto, un estímulo lleva al placer como el polvo que provoca el estornudo, siempre sentí que se pueden desligar el uno del otro y en el recuento de los daños el sexo es más satisfactorio, me permite mantenerme en control.


Mi abuelita, mujer que había conocido a un solo hombre sexualmente, víctima de violencia intrafamiliar, infidelidades y maltratos que socavaron su auto estima me dijo,"yo no sé que es lo bueno que le ven a eso" le pregunté si alguna vez había sentido un orgasmo y ella no sabía.




Me empecé a masturbar teniendo sexo telefónico con uno de mis amantes, lo dejé y empecé de nuevo leyendo "Sexo Para Uno" lo dejé y empecé de nuevo haciendo vídeo llamadas creo que no lo dejaré nunca más. Me falta mucho por conocer, por experimentar en mi sexualidad.


Mi primer orgasmo fue a los 18 años, termino casi siempre en la posición de la vaquera, tengo orgasmos múltiples a veces los siento en el útero, otras en la vulva. Termino con mis clientes con más frecuencia que con mis amantes.

Al principio del ejercicio del trabajo sexual eran escasos los usuarios que me daban placer en algunos sentidos, visual, olfativo, intelectual, que me hacían reír, sentirme deseada, hoy es la regla. Y con esto no quiero decir que todos tengan el tipo Brad Pit pero un hombre que te consiente, te respeta, te desea es hermoso. Siento que me tratan mucho mejor que cualquier amante, y puedo disfrutar de mi sexualidad sin miedos, sin tabúes, sin planes para futuro, sin tratar de impresionar, creo que les importa lo que siento, no me creo usada, pagan lo que yo estimo que valgo, en una relación de amor romántico siempre me siento infravalorada.


No me gusta pescar sexo casual en una discoteca, hace poco cerraba los ojos cuando tenía sexo con clientes, igual terminaba, ahora me implico un poco más los miro y no me molesta, tengo etapas de crisis, a veces me imagino a alguien que me gusta mientras me cojo a un cliente, igual termino. Creo que aborrecería el sexo pago de 15 minutos soy descendiente de las Hetairas, de las Geishas me gusta el placer por el placer.


¿Por favor me pueden contar que tan importante es para ustedes que la escort que escogieron tenga un orgasmo?






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