Cariño me gusta mucho que hayas aceptado venir a hablar conmigo, tengo tantas cosas por decirte. Voy a entrar en materia pronto, no hay porque darle más vueltas a este asunto.
El viernes en la fiesta de la oficina hubo un poco de alcohol y baile, Marcelo mi compañero estuvo mirándome con lascivia toda la noche, me encanto como me veía, me sentí tan sexy, tan deseada, me invitó a bailar y mientras se pegaba a mi cuerpo pude notar su gran verga. Lamento tener que decirte esto amor pero su miembro era impresionante, imaginarlo me hacía agua la boca, tú sabes que hemos estado casados muchos años y que he estado muy insatisfecha por citar un eufemismo, la verdad y tú lo sabes nunca tu pene me ha llenado, te lo he dicho varias veces, no recortas tu vello púbico y al ser tan diminuto se pierde entre toda esa madeja, no crece demasiado ni se llega a parar bien tengo que sostenerlo con la mano mientras me lo meto para mantener en algo su firmeza, pero ni así siempre está escurrido, parece una babosa, me da un poco de asco meterlo a mi boca. Sabes que nunca hemos podido tener una penetración anal porque es tan débil que se dobla antes de lograr entrar a mi ano y entre mis tetas parece un botón, es además muy moreno y feo como tus bolas, tienes una bolsa grande y un miembro muy pero muy pequeñito.
Todos estos años aguantando eso, que no dejé pasar la oportunidad de poder comerme esa vergota, le susurré al oído muy despacio, quiero que me la metas, no se sorprendió, hemos venido cocinando esta aventura a fuego lento, por tanto, creo que demasiado tiempo.
La mejor decisión que he tomado en mi vida, cuando estuvimos solo en la oficina nos empezamos a besar y el hambre no me permitía dejar de acariciar su gran pene, él empujó mi cabeza y la inercia me llevó a arrodillarme, abrí su pantalón y ahí estaba, lo que había deseado todos estos años, un monumento una verga blanca, de cabeza rosada descubierta, tan firme como un brazo de mamado venas violetas, azules y verdes la recorrían, si empezaba a pasar mi lengua por la base de su pene llegaba hasta más arriba de mis cabeza. Recordé por un momento mientras mamaba esa obra de arte tu pequeña babosita precoz. ¿Cuántas veces no te viniste en mi boca ah? ¿¿Una vez te veniste en los pantalones te acuerdas?? Cuando apenas éramos novios.
Chupé esa cabeza grande y bien formada como si no hubiera un mañana, lubricada como me tenía me empotró rápidamente contra el escritorio. Me dieron en cuatro como siempre había soñado que me destrocen, me dieron un masaje de útero glorioso, me sentí tan llena. Era gruesa, larga. Siempre había pensado contigo que mi vagina era defectuosa, me llenabas de pedos vaginales, pero era simplemente que siempre se salía tu babosita y entraba aire. Esta vez no, cada embestida me hacía sentir más perra, más mujer, rogaba por más como una zorra sedienta de lujuria, no quería que acabe nunca.
Moría por tenerla entre mis tetas, pajearle hasta que me llene de leche, y lo hice, todo era tan perfecto, mi cuerpo está diseñado para esa clase de miembros, ahora lo sé.¡¡Alcancé a probar su semen y era elixir de los dioses!! Tu verga peluda nunca supo tan bien. Sin embargo, Cariño, no he dejado de amarte, todos estos años el sexo ha sido pésimo, pero hemos vivido muchísimo. ¿Tú quieres que yo sea feliz verdad? ¿Quieres que a tu mujer se la cojan rico y pueda venir contenta a casa cierto mi amor? Entonces lo voy a hacer tengo que desquitar todos estos años de insatisfacción con tu babosita muerta y fea. Quiero tener muchos amantes, probar tantas cosas, recibir mucho placer.
Sé que me amas y quieres lo mejor para mí, eso son vergas grandes, lecheras, firmes, buenos amantes que me sepan coger como tú jamás podrás. Por supuesto Marcelo quedó encantado conmigo, quiere repetir y yo también la verdad, aunque me puso una condición pequeña, solo con él cogeré sin condón, el resto siempre llevará protección y eso te incluye cariño, todo el trayecto de regreso a casa vine imaginando si habrá preservativos diminutos que le ajusten a tu pene, hay que averiguar, no quiero tener accidentes que se salgan los condones y Marcelo se moleste. Estaba pensando que simplemente puedo de vez en cuando y como acto de caridad masturbarte entre mi dedo pulgar e índice, 2 minutos que es lo que demoras en eyacular. ¿Tú entiendes verdad mi amor? SPH Small Pines/ Dick Hummillation
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