Mi inodoro humano

Mi cerdito Nicolás, ya extrañaba hacer relatos BDSM contigo de protagonista. Te he hecho esperar mucho para escuchar mi voz colándose dulce por tus oídos, pero penetrando hasta lo más profundo de tu voluntad. Recuerdo aquellos relatos en los que eras sorprendido en la oficina haciendo cosas depravadas (no podíamos esperar nada más de ti); tenías entonces que cumplir mis órdenes para no ser expuesto, o cuando fuiste mi perro y ladrabas toda la noche cuidando la casa.

Hoy no encuentro resistencia alguna; simplemente un recuerdo lejano de tu ama se asoma y estás listo para ponerte de rodillas en el suelo y disfrutar de ser mi alfombra.

¿Verdad

Cada vez te hundes más y más en mis caprichos, cada vez entiendes mejor que mis deseos son los que le dan sentido a tu existencia, cierras los ojos y te abandonas por completo, en cuerpo y alma, al servicio incondicional de tu Ama Zelda. Ya no existe nada dentro de esa cáscara hueca que llamas cuerpo; tus neuronas se activan con el sonido de mi voz, tus sentidos funcionan solo si mi aroma llega a ellos, tus manos y piernas ensayan movimientos sin sentido de vez en cuando, pero realmente danzan cuando las impulsa la devoción.

Te permito, Nicolás, por esta vez el honor de ser de utilidad para tu ama; te permito que me mires y te acerques. Voy a escuchar tus súplicas para dejarte ocupar el lugar de mi inodoro; tengo algunas dudas, pues me he sentido muy cómoda posando mis deliciosas nalgas en el baño tradicional. No sé si estará tu cara a la altura de tan importante misión...

Quiero oírte rogar, suplicar con la frente pegada al suelo, convénceme, cerdito... ¿Eres un buen cerdo? ¿Vas a cumplir tu misión con excelencia? ¿Estarás disponible con todo tu cuerpo siempre que tu diosa necesite elaborar su caviar? ¿Le vas a dar un uso aceptable?

¡No te escucho, perro! Y aún tengo mis dudas.

Voy a atarte a una silla para probar; quiero que te sientes en el suelo y pongas tu cabeza en el asiento; tus manos estarán sujetas detrás de las patas delanteras... Saca tu lengua, cerdito, que me voy a sentar. Vas a poder oler y mirar mi gran culo de diosa acercándose despacio para cubrir por completo toda tu cara. Me quedaré aquí el tiempo que crea necesario y no quiero que te muevas, ni que hagas ningún sonido; sé un buen inodoro y luego te daré todo el caviar que quieras. Ensaya con la lengua afuera limpiando mi ano porque lo necesito realmente reluciente.

Así me gusta, cerdito, ¿te has quedado sin aire?, ¿no puedes respirar? ohhh, ¿te duele tu cabecita? ¿Se te acalambró la lengua de tanto tallar mi ano? Pobre cerdito, creo que algunos sentones con fuerza te van a ayudarajjajajjajajajajajaj!!! Agradece!! Agradece!! ¡¡Agradece!! Te has portado muy bien y eso me complace; creo que te has ganado el puesto. Voy a darte un nombre de baño, te voy a bautizar; ya lo hice con mi culo, ahora con mis poderosas palabras, te voy a llamar CACA HUMANA.

¿Te gusta?

Quiero que me demuestres que llevas el nombre asignado por tu ama con honor y amor. Vas a cumplir como mi inodoro feliz; yo sé que eres un bañito contento que amas ver a tu ama caminar hacia ti, te excita imaginarla toda llena de caviar y con ganas de descargar. Te doy permiso, puedes tocarte un poco y bailar mientras me voy acercando a ti... Deberás adoptar la posición que hemos ensayado antes. Hoy lo dejaré salir todo, no necesariamente en tu cara, puede ser en cualquier parte de tu cuerpo, extasiado como sé que estarás por sentir el elixir caliente que emana del gran culo de tu adorada ama. Vas a quedarte muy quieto, disfrutándolo, con una gran sonrisa y la lengua lista para dejar mi ano muy limpio.

Agradecerás finalmente por tan importante labor asignada a ti. Por supuesto, para demostrarme aún más tu orgullo por el nombre que te puse y que realmente te lo mereces, quiero que con el caviar que quedó vayas escribiendo en tu cuerpo una y otra vez CACA HUMANA. Hunde tu dedo en la descarga caliente y fétida, párate y mírate al espejo, escribe en tu frente CACA HUMANA, luego lo volverás a hacer una y otra vez en tus mejillas, tu cuello, todo tu pecho y abdomen; no olvides tus piernas.

Caca humana, caca humana, caca humana, caca humana.

 Porque sí, porque eso es lo que eres, y ese es mi deseo. Cuando vuelva me gustaría tomarte algunas fotos, jajajajaj, reírme de mi CACA HUMANA; lo repetiremos así todos los días. Mi inodoro humano

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