En estos días desde el Municipio de Quito y según rumores del de Guayaquil se ha procedido al cierre de algunos departamentos en los que Trabajadoras Sexuales realizaban su labor.
CONTEXTO
Desde hace un año vivimos en una situación de pandemia donde los locales de diversión alterne han sido obligados a cerrar sus puertas, laborar sin expender licor o casi a un cuarto de su capacidad. Por otro lado el cliente se ha alejado de todo entorno que no le parece seguro para evitar exponer su salud o la de su familia.
Skokka la web de clasificados para adultos ranqueada en goggle como #1 en Ecuador empezó a ser víctima de redes de estafa, extorsión y hasta violación a clientes que escribían por información a las trabajadoras. Mensajes con descabezados, desmembrados llegaban a los celulares junto a una petición de consignación en varias cuentas del país. Titulares como "fue violado, drogado o robado por ir a un servicio sexual" inundaban los medios de comunicación. Lo que también mermó considerablemente el flujo y la confianza de los usuarios de sexo servicio.
Las chicas que antes trabajaban en estos locales migraron su actividad a departamentos en sectores residenciales pero muchas de ellas al no conocer otra manera de hacer su trabajo decidieron mantener las estrategias que aprendieron en los chongos. Precios fraccionados por 15 minutos, expender licor, y adoptaron otras prácticas que ya se apoderaban del mercado de internet... sexo oral sin protección, incluso tragar el semen, dejarse grabar, etc.
El mercado sexual presencial es un medio muy clandestino donde intervienen por un lado la trabajadora sin preparación y sin ayuda-reconocimiento del estado o instituciones, en muchos casos como ente alejado de su familia y amigos (sin redes de apoyo), con escasa confianza en sus compañeras de labor y no encuentra otras maneras de competir que el precio bajo o poner menos límites lo que se traduce en permitir prácticas de riesgo. Por otro el cliente normalmente se aprovecha de esta situación para imponerse.
Es así que las trabajadoras ante la competencia acrecentada por la migración venezolana, argentina, colombiana, expulsadas de sus locales y presionadas por parte de clientes que exigían cada vez más prebendas se vieron obligadas a absorber gastos como los del arriendo de un departamento,a su vez para sostenerlo obligarse a atender más clientes a menos costo y admitir prácticas con riesgo para su salud.
El "buen servicio" se tradujo en atenciones de 15 minutos, oral sin preservativo, departamento de lujo y parqueadero incluido, tres platos y dejarse filmar.
Los departamentos de zonas residenciales como La Carolina, Quito Tennis, Las Casas, González Suárez de pronto empezaron a tener el tráfico de un chongo, hombres con 10$, 15$ 25$ usd en el bolsillo comenzaron a desfilar por las puertas de casas de familia en busca de atenciones de 15 minutos.
¿CURUCHUPISMO O IMPOSICIÓN?
Aquí hay 2 versiones de la historia: la de la trabajadora que no encuentra otra manera de realizar su labor y debe sobrevivir y la de las familias habitantes de estos apartamentos que han sido invadidos por todo lo que significa el mundo del trabajo sexual en su peor versión.
Los inmuebles siempre tienen la prohibición de realizar actividades ajenas a la vivienda entre estas no está permitida ninguna actividad económica. Este inciso no va con dedicatoria a la sexo servidora, en realidad se prohíben todas las actividades económicas, incluso la fabricación de cualquier producto.
Por otro lado está el consenso, los habitantes de estos departamentos en los cuales se incluyen familias con niños no están dando su autorización para que personas con mal aspecto, alcoholizadas, o actos ajenos a la moral y con esto no me refiero al frutifantástico sino a comportamientos como los que caracterizan a esta clase de individuos entre ellos los escándalos, gritarles putas, robar, etc. se susciten cerca a sus viviendas y en todo caso, si esto se llegara a dar es una imposición que debe venir de las instituciones, no de la trabajadora.
La sexoservidora que decide realizar esta labor seguramente firmó un contrato de arrendamiento por el cual en el mejor de los casos no recuperará su garantía si se llegara a descubrir las actividades que desempeña.
El Municipio de Quito como ente regulador está en toda la potestad de defender el derecho al buen vivir en sectores residenciales, no es curuchupismo o hipocresía, es mantener un entorno seguro para los habitantes de la ciudad y sus familias.
Soluciones para la trabajadora
Hay 3 soluciones posibles si eres una trabajadora que quiere realmente escalar :
Si vas a mantener un trabajo que corresponda a clientes que pagan poco y vienen más, debes inevitablemente realizarlo en night club. No solo por el hecho de que te será imposible controlar desmanes y la indiscresión, sino porque asumes muchos gastos (arriendo, agua, luz) que amortizarás en un centro de alterne, además, un punto importante es la seguridad, a menos q contrates un guardia privado eres más propensa a sufrir agresiones de clientes y vecinos. Encontrar un buen lugar no es fácil, por la informalidad del mercado la explotación es algo muy común pero ese es otro tema y otra lucha.
Si decides quedarte en un departamento debes subir tus tarifas, ser discreta, no incomodar a los vecinos. Esto se dice sencillo pero fácil no es. Lo sé, pero está en ti comenzar el camino ahora.
Diversificar aplicaciones como Onlyfans o Flirteo, webcams o venta de contenido serán actividades que te permitirán subir los costos de tu atención presencial y actuar con discreción, nuevamente no es un camino sencillo, pero solo piensa en la cantidad de material que regalas o las veces que te has dejado filmar de a gratis, está en ti empoderarte de tu trabajo y sacarle una mayor rentabilidad.
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